En general las pequeñas empresas que cuentan con cierta estructura financiera y un portafolio de clientes fidelizados han sobrevivido a las crisis económicas que se les ha presentado.

A través de la resiliencia colectiva y la voluntad de adaptarse, los empresarios en los Estados Unidos han encontrado formas de resistir (y prosperar) en tiempos de lucha. No importa cuán duramente se haya visto afectada la economía, desde la Gran Depresión hasta la Gran Recesión y la actual e incierta crisis pandémica mundial, cada punto de inflexión ha sido seguido inevitablemente por una fuerte recuperación liderada aquellos propietarios de pequeñas empresas que han sabido planificar desde sus experiencias, que cuentan con una estructura financiera y que han sabido tomar decisiones asertivas pese a las circunstancias. Por supuesto que dentro de esa pirámide de liderazgo deberían estar los dueños de negocios hispanos.
Un estudio de Bank of America encontró que el 81% de los propietarios de pequeñas empresas hispanas esperan que los ingresos aumenten en los próximos 12 meses. Casi la mitad también planea contratar nuevos empleados. Con este optimismo y la ambición generalizada de crecimiento en el futuro inmediato, el siguiente paso es determinar cómo ese auge de las pequeñas empresas propiedad de latinos podría convertirse en realidad.
Independientemente de la industria, la digitalización ha penetrado todos los aspectos de las operaciones comerciales, y la gestión de las finanzas con software innovador puede marcar la diferencia en una economía y un mercado laboral tan volátiles. Eso no quiere decir que la pequeña empresa ya no necesite un consultor de finanzas o un contador. Por el contrario, cuando incorpora o aprovecha la tecnología, tiene la capacidad de tomar mejores decisiones basado en información real y anticiparse presupuestando desde su nivel de ingresos, gastos hasta la utilidad requerida para cumplir con sus objetivos financieros y porque no pensar en llevar su negocio a un siguiente nivel.
Algunos de los innumerables beneficios para los propietarios de empresas que utilizan o se asocian con servicios de financieros innovadores incluyen:
● Accesibilidad que puede combatir la posible confusión de las barreras del idioma y el lenguaje financiero complicado dentro de los formularios de impuestos, registros de conciliación bancaria y otros documentos.
● Automatización que aumenta la eficiencia y la productividad en otras áreas de una empresa. Los dueños de negocios hispanos están permanentemente ocupados, y esta oportunidad les permitiría ser capaz de aprovechar esa energía en los lugares correctos, en lugar de verse atrapados en tediosas tareas de entrada de datos o administración de libros.
● Previsión de situaciones financieras potencialmente complicadas, incluidos los pagos de deudas, la temporada de impuestos y la gestión general de riesgos, así como las oportunidades de crecimiento y los lugares donde el negocio puede escalar.
● Estabilidad gracias a la consistencia que ofrece un software de calidad que elimina el riesgo de error humano y toma de decisiones defectuosa.
Nuestra experiencia personal dentro de la comunidad hispana en Estado Unidos, ha puesto de relieve la aprensión que tienen nuestros emprendedores y empresarios a involucrarse en las finanzas de sus negocios, en general lo delegan en terceros sin indagar mucho con la excusa de que no entienden o que es complicado, ni que decir en el camino de adoptar tecnología simple o compleja en sus negocios.
Esto por supuesto tiene una baja probabilidad en los negocios americanos, quienes no temen a iniciar sus negocios al menos con un mínimo de inversión en tecnología y con cierta claridad en lo que esperan financieramente de su negocio.
Paralelamente a esta situación, no deja de sorprender estudios como el realizado por Asset Building Policy Network (ABPN) que reveló que el hogar hispano promedio tiene el 12% de la riqueza que tiene el hogar blanco promedio. Además, las empresas propiedad de hogares de color tienen, en promedio, un valor inferior a un tercio del negocio promedio de los hogares blancos. A muchos propietarios hispanos de pequeñas empresas les va bien, pero no pueden pagar una casa y no tienen ningún plan de jubilación. Estas fallas sistémicas pueden corregirse y la brecha de riqueza racial puede reducirse significativamente si los empresarios hispanos buscan asesores que comprendan su posición y mentalidad. La capacidad de ser realmente entendido, de elaborar estrategias y de establecer metas con un asesor financiero y un equipo contable informado e innovador dentro de la comunidad puede cambiar las reglas del juego.
Durante las recesiones económicas pasadas, se han necesitado años y una legislación importante para lograr la recuperación de los propietarios de pequeñas empresas, especialmente para los hispanos y otras comunidades de color.
A diferencia de las situaciones pasadas, el optimismo y el dinamismo ya se han recuperado y para 2022 se espera que los negocios hispanos sigan en auge y ayuden al crecimiento de la economía de EE.UU. todo lo que se necesita para que este auge empresarial sea sostenible en el tiempo es la visión de asociarse y comprometerse a mejorar procesos, incluir tecnología que añada valor y por supuesto hacerle seguimiento a sus finanzas para impulsar el éxito.
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Nuestras Fuentes: https://www.cpapracticeadvisor.com/, XeroxHispanicmarket, https://newsroom.bankofamerica.com/